El tiempo es relativo

El tiempo es relativo
Aunque tengas que confesar, hazlo siempre con la mejor de tus sonrisas.

miércoles, 30 de enero de 2013

Querer y ser cobarde

¿Cuál es el límite de tu felicidad? 

Cuando el miedo no permite ser valiente. Que no arriesgues algo porque la rutina sea tu mayor delirio. Aunque sobren ganas de cambiar y atreverse. Alejarte de lo que no mereces, o simplemente, porque necesites cambiar de aires. Deber limitarse a lo que uno quiere por el simple hecho de sentirse cómodo no debería involucrar lo más preciado que tenemos, nuestra única meta: la de ser felices. Sabes que el tiempo pone a cada uno en su lugar, querido.

El plano de tu vida

La vida es como un plano. Un plano que todo marca, como esa escena de vuestra película favorita que desearías que pasara en tu vida y lo buscas. Lo buscas hasta que ocurra.

Life's better with music II.

Nadie piensa en la facilidad que tienen algunas canciones para evocar tus emociones. Pero es realmente increíble como cada estado de ánimo tuyo se ve reflejado cuando suena la primera nota musical de tu canción favorita. La capacidad que nuestra alma tiene para sucumbirte y desaparecer, dejarlo todo de lado. Aunque, cuando esa canción acabe, tendrás que enfrentarte a tus problemas y afrontar tus sueños con la mejor de las sonrisas. Yo, después de oír "The Scientist" de Coldplay, quiero probar suerte y si sale mal, será experiencia.

Life's better with music

- ¿Qué es para ti la vida, amor? 

- La vida, para mí, es como cuando estás en un concierto, escuchando a tu cantante o banda favorita y quieres escuchar la misma canción una y otra vez. Que la repitan hasta la saciedad. Porque disfrutando al máximo no te ha dado tiempo a reaccionar. Has disfrutado tanto que no quieres que ese instante acabe. La vida es eso, amor, nuestro mejor concierto.

martes, 1 de enero de 2013

Comienza un nuevo año



Primero de todo, tengo que aludir un refrán que siempre está con nosotros, pero que nunca reparamos en él. Al igual que nunca reparamos en la importancia de otras cosas que tenemos prefijadas y no pensamos que nunca cambien como es la comunicación, porque al fin y al cabo, sabemos de qué trata y nadie nos la quita. Pero que en mi caso, me reflejo ahora más que nunca. “Y es que el hombre es el único ser capaz de caer en la misma piedra dos veces”. Ya sé que todos vuestros amigos o familiares os lo habrán mencionado alguna vez pero no sabéis quizás el sentido completo de este conjunto de palabras. Yo sé de lo que hablo al mencionarlo cuando os digo que estoy empezando a sentir lo mismo que creí haber olvidado. Mi historia o la que hasta entonces había sido la única, que me marcó mi corta pero intensa vida, se repite. Diferentes protagonistas, eso sí. Cada uno con un espacio y lugar determinados, pero la esencia es la misma. Y la única persona que puede cambiar el destino es la misma que lo está describiendo. 

Ahora bien, prefiero caer en la misma piedra y seguir mi destino, sabiendo que no todas ellas son perfectas y que pueden no ser iguales, y aunque no desee pasar por lo mismo, ni soñando con los ojos bien abiertos por un pasillo o, a oscuras en medio de un callejón sin salida. Si tengo que volver a chocarme, prefiero asumir ese riesgo. Porque si sale bien y esta vez, habiendo aprendido de todos los errores, soy feliz, no me perdonaría cerrarme la puerta por un pasado que ya olvidé. Así es que, y desde la experiencia lo digo, siempre que me levante y siga caminando, me tiraré a la piscina. No quiero equivocarme, pero quiero elegir bien, y para ello hay que poner una pizca de riesgo y atrevimiento, junto con dos cucharadas de locura cada día.

Porque si hace un año, en este día, en el mismo lugar, y a la misma hora, yo pensaba que mi vida no tenía sentido si tú no estabas cerca, hoy te digo que todo en esta vida es del color que tú quieras soñar. Sé que no me pasará exactamente lo mismo, porque no, ya no eres tú el héroe.
Y aunque a veces pueda pensar lo contrario: “Ahora que ya ha empezado a crecer algo en mí, en nosotros, no sé el que, no tiene nombre, aunque fuese lo más mínimo, pero no estoy dispuesta a pasar por lo mismo”. Y me repito que debe haber una solución, tal vez cientos, pero no la encuentro o no quiero buscarla. Que fue mucho daño pero mucho tiempo pasado. Y aunque la desconfianza nunca se me dio bien, debí seguir como hasta entonces, con la mente fría. Pero llegó un punto en el que el jugar sentaba bien. 

Ahora no creo que haya vuelta atrás, solo necesito saber si es esto de verdad o estaré preparando la huida. Porque salir huyendo, en muchas ocasiones, es la mejor opción. Ante grandes mentiras y falsos sentimientos, prefiero escapar, olvidarme de todo y no toparte con mi camino. Siempre lo quise, pero nunca pude. Y que, a decir verdad, no te echo nada de menos. Perdí el sentido de tu sonrisa que tanto me dolió. Me duele tu recuerdo y no permito que nadie me pregunte por ti, sigo evitándote a pesar de creer que eso es algo que no se olvida, o por lo menos, yo no quiero intentarlo. Porque no se puede borrar la historia por mucho que nos empeñemos cada día. Debemos seguir aprendiendo y ser conscientes de que todo lo que nos ocurra, es nuestro. Y solo nuestro. Nadie podrá arrebatarte tus sentimientos y pensamientos. Nadie. 

Ahora lo único que sé es que hoy escribo la primera página de 365. Y quiero que seas la protagonista de cada una de mis líneas, felicidad. No importa con qué lo acompañes, con quién quieras que me cruce, solo que no cambie lo que siempre tuve, una sonrisa diaria que iluminaba el mundo entero.

La felicidad.

Nos empeñamos en buscar la felicidad cada día, y no nos damos cuenta de que es ella quien tiene que encontrarnos. Y eso será donde menos te lo esperas: en el instituto, en el supermercado... o en mitad de una huida. Y cuando llega descubres que ahí no acaba todo, que el final de un camino, solo es el principio de otro y lo único importante es la persona que escoges para que camine a tu lado, aunque sea para esconderse en un desierto. Y esconderse es lo que menos te importa, lo que te importa es que estas tocando con la yema de los dedos eso que has estado soñando toda tu vida, y ya solo importa el hoy, el presente y lo que queda por venir, porque no se puede borrar lo que ya está escrito, y porque la vida es aquello que te sucede mientras tratas de hacer otra cosa.