Sentimientos encontrados.

Quería jugar y jugaba desde hacía un tiempo pero, lo cierto es que, lo hacía a escondidas. Un día se sintió fuerte y se lo propuso a su pareja. Aceptó, en definitiva, se comprometió.

-¿Juegas?

-Acepto.

-¿Conoces las normas, verdad?

-Absolutamente todas.

-Para poder empezar debes conocer la realidad. ¿Cierto?

- Sé lo que hay a mi alrededor. Te tengo a ti y eso me basta.

- Debes completar esta frase con lo primero que se te pase por la cabeza: si nos separamos…

-Eso es algo que jamás conseguirán.

- Buena respuesta.

-Realmente nunca había barajado esa opción. Eres indispensable.

-Gracias cielo, pero...y si efectivamente pasase, ¿recordarás sólo y exclusivamente lo bueno?

-Que si me acuerdo solo puedo sonreír…

- Espero que no cambies de opinión.

-Bueno…cariño, ahora dime, ¿por qué este juego, es por algo?

-Perdona pero las adivinanzas no son lo mío.

-Te digo que si te ha ayudado en algo. ¿Alguna decisión que tomar?

-Limítate a responderme, ¿capaz o incapaz?

-Capaz.

- Saca una sonrisa aunque vengan miles de días grises.

- Sí, lo haré.

- Y prométeme que si caes no me señalarás como culpable, que te levantarás y que serás feliz ante todo y por todo.

- Te lo prometo.

- Una última cosa.

- Dime.

- Ten, coge este lápiz y traza una línea, ¿ves? no estamos tan lejos.


Posdata: jugaste aún sabiendo las reglas, te atreviste, no puedes fallar. Sin duda, la más amarga de las despedidas.

Cualidad de seguro.

Si hay algo que reconforte más que la seguridad, dígalo. Porque siempre quiso lo seguro, le daba pánico pensar en la soledad. Recordaba que la última palabra mencionada era la carencia voluntaria o involuntaria de compañía. Nunca quiso verse de ese modo a pesar de repetirse para sus adentros una y otra vez: “el que no arriesga no gana”. De este modo, para llegar a querer una buena compañía debió estar ausente aunque fuese por un corto periodo de tiempo. Porque debería saber que, riesgo y seguridad pueden ser compatibles. Al igual que son compatibles tiempo y kilómetros. La conclusión que sacó de todo esto fue que si había algo que diferenciaba a la soledad era, precisamente, la seguridad. Sin embargo, eran esos sentimientos contrapuestos los que le hacían enloquecer. Ahora bien, debió pensar que será lo que tenga que ser, en definitiva, lo que quieran, pero que siempre lo haga con las ganas que esto acontece.

Por último, sería de gran agrado recomendarle una última cosa: recuerde lo que un día dijo y deje de engañarse. Lo verá todo más claro mañana.

Escribo, siento.

Un huracán es un suceso o acontecimiento que causa destrucciones o grandes males. Pues bien, tú entraste en mi vida como si de un puro huracán se tratase, sin preámbulos, ni elección, ni aviso, ni siquiera hizo falta que llamaras a mi puerta. Tenerte tras mi espalda bastó. Todavía recuerdo el año, la estación, el lugar, el mes, el día, la hora, las personas que nos rodeaban, la canción que sonaba, el paisaje. Pero lo que sigue rondando en mi cabeza no es sino la mueca más peculiar de su cara, su dulce sonrisa, sus ojos verdes, su tez morena, su melena rubia y, por último, su voz. Y lo sorprendente de todo esto es que el epicentro de ese huracán sigue girando en torno a mi vida como si el tiempo no fuese suficiente para llevárselo. Porque ya le puedes poner mil y un nombres a esto que siento: casualidad, destino, amor, respiro, ley. Estas palabras no significan nada si el otro ser ya olvidó. Aunque como decía un amigo es por todo esto por lo que nada sucede por casualidad, en el fondo las cosas tienen su plan secreto, aunque nos empeñemos en no querer entenderlo. Así que sorpréndeme cuando menos me lo espere, yo seguiré visitando nuestro rincón todos los veintisiete de cada mes a la misma hora. Porque no valen planes, días, meses, años, calendarios si no estás conmigo. Tranquilo, date un respiro, tómate tu tiempo y reconoce que lo importante no son las personas que se van, sino las que regresan. Porque todo lo que va, vuelve. Es una ley universal.

DÍA SOLEADO, NOCHE OSCURA.

El sexto sentido que dicen las mujeres que tienen ha confirmado que tu corazón, tu alma, tu mente, tu todo está en un proceso de congelación extremo esperando una llamada, una simple llamada que impida ese proceso. Solo una bastaría. Pobre tu todo. ¡Qué ingenua eres! Esperas que alguien te escuche, te aterra no sentir o hacerlo exageradamente. Afirmaba que quedarte sin sentimientos es el peor de los males ya que son tus sentimientos los que mejor te conocen, tus verdaderos compañeros de viaje, en definitiva, tus compañeros de vida. Y no, no tengas miedo. Lo cierto es que tu único miedo fue pensar que en tan poco tiempo había sido todo, y ahora no queda presente.

Todo esto produce en ti un nudo en la garganta junto a escalofríos varios.

Risas de calle.

De esto que vas andando por la calle, enciendes el iPod y suena una de tus canciones favoritas, la que fuera canción del  verano. Sueltas desprevenida una carcajada, te echas a reír recordando viejos pero inolvidables momentos y encima hay gente que se te queda mirando, no comprendiendo nada. Las personas de tu alrededor se quedan perpleja y tú pareces no importarles nada. Continúas, es tu momento. Aunque no haya nadie en ese mismo lugar, en ese mismo instante que entienda el por qué de tu felicidad. Son esas risas las que valen. Las risas de la calle alegría.

Es un grado de felicidad cual.

-¿Piensas que se puede medir la felicidad?

- La felicidad no es medible, es un sustantivo abstracto.

- ¿Qué es para ti entonces?

- Para mí, la felicidad son pequeños instantes.

- Epicuro consideraba que la felicidad consiste en continuo placer.

- Cielo, reconócelo.

- ¿Reconocer el qué?

- Estás pletórico.

- Soy plenamente feliz.

-¿Cómo estás tan seguro?

-Al fin y al cabo, la felicidad no es sino un estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien y yo, afortunadamente, poseo ese bien.

- ¿Has estado siempre así?

- Nunca lo había sido tanto.

- Digamos que es un grado de felicidad cual.

- Sí. Pero he de confesarte algo…

-Te escucho.

-Mi felicidad se llama como tú.

Sobre discusiones.

Y va a ser verdad que cuando se trata de discutir no hay quien te gane. Será por tu carácter, tu mal genio, tu voz. Entiende que no es así como yo quiero estar, esto nos está consumiendo por dentro cada día más. ¿Es que no lo ves? Ya. Se acabó. No podemos seguir así. Te lo advertí: quien avisa no es traidor. Todo nos afecta, somos sensibles ante todo cuanto escuchamos o vemos. Abre los ojos de una maldita vez. No es vida.

Y aunque no podamos compartir nada más que odio, te recordaré siempre.

Quiéreme si te atreves.

Felicidad en estado puro, bruto, natural, volcánico, que gozada, era lo mejor del mundo... Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que la coca, chutes, porros, hachís, rayas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripis, ácidos, lsd ,éxtasis... Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, que una orgía, una paja, el sexo tántrico, el kamasutra, las bolas chinas... Mejor que la nocilla y los batidos de plátano... Mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del Milenio... Mejor que los andares de Ally Mcbeal, Marilyn, la Pitufina, Lara Croft, Naomi Campbell y el lunar de Cindy Crawford... Mejor que la cara B de Abbey Road, los solos de Hendrix. Mejor que el pequeño paso de Neil Amstrong sobre la Luna, el Space Mountain, Papa Noel, la fortuna de Bill Gates, los trances del Dalai Lama, las experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágeno de los labios de Pamela Anderson, mejor que Woodstock y sus fiestas mas orgásmicas...mejor que los excesos del Marqués de Sade, Arthur Rimbaud, Morrison y Castaneda... Mejor que la libertad... Mejor que la vida.

Cuidado con lo que escribes.

¡Cuidado! Todo intento de inventiva puede causar estragos. Nadie sabe absolutamente nada de ti. Ni siquiera tú llegas a conocerte del todo. Pero lo que sí tienes claro son las ideas que rondan por tu cabeza. En definitiva, lo que puedas llegar a pensar. Entiende. No todo el mundo puede pensar igual que tú. Tenemos mentes diferentes. Y aunque a veces creamos no entender nada, piensa por un instante que todo es mentira. Son únicamente palabras encadenadas escritas por una mente alocada, con cordura alternativa. Sobretodo y lo más importante, ni son sentimientos ni son pensamientos. Son ideas, convicciones, creencias, opiniones. ¡Cuidado! En ocasiones lo que transmites puede ser motivo de confusión para los lectores. Aprende a expresarte.

¿Me permites?

La combinación de números perfecta será siempre capicúa. Creamos en lo nuestro a pesar de los kilómetros que nos separan. Juraré no mencionar su nombre, siempre será nuestra enemiga. Pero permíteme formar parte de tu vida y no dejes que caiga.

¿Acaso pido la luna?

Lo cierto es que no pedí la luna, pero mi subconsciente me falló. Me echaba a reír cuando escuchaba las palabras de los que realmente sabían lo que me estaba pasando. Quizá fueran verdad esas palabras. Se llamaba pánico. Junto a la distancia, se convirtieron en mis únicos pero verdaderos enemigos. Definitivamente, el auto-engaño llamó a mi puerta y no quise abrir. Se trataba de una coraza que cubría todo mi ser. Maldito pasado. Solo es eso. Un cosquilleo continuo.

Esas mariposas deben morir.

Vomito de palabras. Los escalofríos recorren mi piel cada segundo. Las ideas vuelan por mi cabeza más rápido de lo habitual. Es por eso que necesito un blog de notas a mi lado. Me siento atropellada, confundida, alocada.


Intento repetir seguidamente la misma palabra: no, no, no, desde hace días que no. No puede ser. Debo pensar eso, es la mejor opción. Algo dentro de mí dice que no escuche a mi corazón. Me lo repite cada día desde hace tiempo. Hazlo aunque sea por unos meses. Ya verás, pasará rápido. Todo cuanto ves y vives es relativo. Quizás sea cierto todo lo que puedas decirme. Me aterra. Si bien es que se acerca octubre y mi cuerpo no se acostumbra al presente. Por una razón u otra, esas mariposas, de las que tanto he escuchado hablar, están creciendo en mi estómago de manera sobrenatural y aunque sea solo por un solo instante, me gustaría pensar: Déjate llevar, no vas a hacerte daño, no caerás... Pero no, sé que lo correcto en estos casos es decirte todos los días al despertar no sigas, cambia de idea.

Capricho de Gaudí

La mayor obra de arte escondida en un pequeño pueblo de la ciudad de Santander. Admirable la belleza externa del edificio.

Lo que queda

Siento la necesidad de aplicar con profunda atención el pensamiento a la consideración de algo que lleva rondando en mi cabeza 20 días. Cuando todo parece ir bien, todo parece volver a su sitio, siempre, y digo siempre, tienes encontronazos con el pasado, que no te permite concebir el futuro y lo que produce más tristeza, no deja que vivas el día a día que deseas.




Cada intento que desees hacer por salir de ahí no es suficiente, tendrás que huir a otra ciudad, a otro lugar, a otro espacio, o simplemente rodearte de gente nueva, personas que no sepan nada de ti y que tú no sepas nada de ellos. Puesto a eso, se trata simplemente de salir de la ciudad para oxigenar tu alma. Entonces sí, ese será el momento en el que por fin consigues ver luz después de un cielo espantosamente gris y oscuro.


Solo sé que tengo que salir de aquí, necesito tomar algo de aire fresco.

Confesiones de una noche cualquiera de verano.

Me tomo el placer de reflexionar después de 6 meses y siento que el tiempo ha pasado tan deprisa que no he sido capaz de reconocer que ha sido mucho tiempo de espera…


-Bah…

-Eh…,¿cuánto tiempo llevas así?

-Seis meses, seis malditos meses

- Eso es mucho, ¿no te parece?

-Sí, no debieron ser tantos

-Entonces… ¿Ya nada?

-Sí, supongo que nada

- ¿Todo aclarado?

-Está todo dicho

-¿Realmente ha merecido la pena?

- Jajajaja, no, definitivamente no.

- ¿Estás segura?

-Nunca lo había estado tanto.