El tiempo es relativo

El tiempo es relativo
Aunque tengas que confesar, hazlo siempre con la mejor de tus sonrisas.

martes, 1 de enero de 2013

Comienza un nuevo año



Primero de todo, tengo que aludir un refrán que siempre está con nosotros, pero que nunca reparamos en él. Al igual que nunca reparamos en la importancia de otras cosas que tenemos prefijadas y no pensamos que nunca cambien como es la comunicación, porque al fin y al cabo, sabemos de qué trata y nadie nos la quita. Pero que en mi caso, me reflejo ahora más que nunca. “Y es que el hombre es el único ser capaz de caer en la misma piedra dos veces”. Ya sé que todos vuestros amigos o familiares os lo habrán mencionado alguna vez pero no sabéis quizás el sentido completo de este conjunto de palabras. Yo sé de lo que hablo al mencionarlo cuando os digo que estoy empezando a sentir lo mismo que creí haber olvidado. Mi historia o la que hasta entonces había sido la única, que me marcó mi corta pero intensa vida, se repite. Diferentes protagonistas, eso sí. Cada uno con un espacio y lugar determinados, pero la esencia es la misma. Y la única persona que puede cambiar el destino es la misma que lo está describiendo. 

Ahora bien, prefiero caer en la misma piedra y seguir mi destino, sabiendo que no todas ellas son perfectas y que pueden no ser iguales, y aunque no desee pasar por lo mismo, ni soñando con los ojos bien abiertos por un pasillo o, a oscuras en medio de un callejón sin salida. Si tengo que volver a chocarme, prefiero asumir ese riesgo. Porque si sale bien y esta vez, habiendo aprendido de todos los errores, soy feliz, no me perdonaría cerrarme la puerta por un pasado que ya olvidé. Así es que, y desde la experiencia lo digo, siempre que me levante y siga caminando, me tiraré a la piscina. No quiero equivocarme, pero quiero elegir bien, y para ello hay que poner una pizca de riesgo y atrevimiento, junto con dos cucharadas de locura cada día.

Porque si hace un año, en este día, en el mismo lugar, y a la misma hora, yo pensaba que mi vida no tenía sentido si tú no estabas cerca, hoy te digo que todo en esta vida es del color que tú quieras soñar. Sé que no me pasará exactamente lo mismo, porque no, ya no eres tú el héroe.
Y aunque a veces pueda pensar lo contrario: “Ahora que ya ha empezado a crecer algo en mí, en nosotros, no sé el que, no tiene nombre, aunque fuese lo más mínimo, pero no estoy dispuesta a pasar por lo mismo”. Y me repito que debe haber una solución, tal vez cientos, pero no la encuentro o no quiero buscarla. Que fue mucho daño pero mucho tiempo pasado. Y aunque la desconfianza nunca se me dio bien, debí seguir como hasta entonces, con la mente fría. Pero llegó un punto en el que el jugar sentaba bien. 

Ahora no creo que haya vuelta atrás, solo necesito saber si es esto de verdad o estaré preparando la huida. Porque salir huyendo, en muchas ocasiones, es la mejor opción. Ante grandes mentiras y falsos sentimientos, prefiero escapar, olvidarme de todo y no toparte con mi camino. Siempre lo quise, pero nunca pude. Y que, a decir verdad, no te echo nada de menos. Perdí el sentido de tu sonrisa que tanto me dolió. Me duele tu recuerdo y no permito que nadie me pregunte por ti, sigo evitándote a pesar de creer que eso es algo que no se olvida, o por lo menos, yo no quiero intentarlo. Porque no se puede borrar la historia por mucho que nos empeñemos cada día. Debemos seguir aprendiendo y ser conscientes de que todo lo que nos ocurra, es nuestro. Y solo nuestro. Nadie podrá arrebatarte tus sentimientos y pensamientos. Nadie. 

Ahora lo único que sé es que hoy escribo la primera página de 365. Y quiero que seas la protagonista de cada una de mis líneas, felicidad. No importa con qué lo acompañes, con quién quieras que me cruce, solo que no cambie lo que siempre tuve, una sonrisa diaria que iluminaba el mundo entero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario