El tiempo es relativo

El tiempo es relativo
Aunque tengas que confesar, hazlo siempre con la mejor de tus sonrisas.

sábado, 15 de junio de 2013

Olvídame, pero quédate conmigo.

Yo solo quiero esta noche aferrarme a mis sueños, no quiero volver a la realidad. Déjame jugar un rato a creer lo que no es, a ver lo que no hay, sentir lo que no existe. Si esta soy yo, esta noche de verdad que no quiero serlo. Que si pongo los pies en la tierra, me arden. Prefiero sentir el cosquilleo de imaginar, de soñar, de no pensar. Aunque todo sea tan mágico y abstracto que si respiro fuerte se deshace. La tierra de este maldito camino se vuelve cristales cuando empiezo a andar. Y una vez más vuelvo a ver el camino seguro, lo fijo, donde sé que todo funciona aunque mal. Es que la tierra no es tierra. Los cristales por si no fuera suficiente hacen que me refleje. Es que no quiero verme, no quiero verme y tampoco quiero verte. Y si alguna vez he querido, por favor recuérdamelo porque estoy intentando hacer como que te he olvidado. Yo no sé muy bien qué es lo que quiero y tampoco sé si quiero saberlo. Porque puede que si lo descubro, vea que estás en mi lista de caprichos y que aún no he aprendido a darte el lugar que te corresponde, si es que te corresponde alguno. Soy una caprichosa porque quiero que te quedes aquí pero no conmigo. Yo quiero que te quedes, que me mires, que me digas que estás ahí, que no puedes vivir sin mí, que soy la tía más bonita que has conocido en tu vida, aunque me mientas. Pero no te acerques, ni te acerques, porque quemas. Lo sé porque llevo las cicatrices de tus besos ardiendo en mis labios. Y aunque ese maldito dolor me haga sentir viva, no es así como quiero sentir que lo estoy. Olvídame, pero quédate conmigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario