El tiempo es relativo

El tiempo es relativo
Aunque tengas que confesar, hazlo siempre con la mejor de tus sonrisas.

domingo, 29 de septiembre de 2013

Actitud

Llevaba mucho tiempo echando en cara a los que le rodeaban sobre su propio malestar e insatisfacción. Siempre pensó que era el mundo de ahí fuera el que le hacía ser el tipo de persona que estaba siendo, tan maleducada y desdichada como cualquier otra que no agradece todo lo bueno que afortunadamente tiene. El problema es que un día se dio cuenta de que no era el resto de personas ajenas las que tenían la culpa de absolutamente todo lo que le pasaba a diario, sino que ella misma, en sus ahogados y profundos pensamientos, en su actitud de dejadez ante la vida, se desvanecía sin preámbulo alguno. Su entorno la cuestionó y, en un tercer intento por ayudarla, ella salió de su cabezonería y testarudez. Cuando aquel día se paró de verdad, se dedicó un minuto a ahondar sobre sí misma, notó que el problema había estado siempre en ella. Pero es que nunca lo había querido ver, nunca fue lo suficientemente segura. Detectó entonces que era un problema de actitud, eso que tanto le habían repetido. 

“Quizás era yo la equivocada, el mundo no puede estar siempre a la defensiva” repitió las palabras de sus amigos.
”Basta de echar en cara al exterior mis penas y voy a resolverlas antes de que me coman”, pensó decididamente.

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