Cualidad de seguro.

Si hay algo que reconforte más que la seguridad, dígalo. Porque siempre quiso lo seguro, le daba pánico pensar en la soledad. Recordaba que la última palabra mencionada era la carencia voluntaria o involuntaria de compañía. Nunca quiso verse de ese modo a pesar de repetirse para sus adentros una y otra vez: “el que no arriesga no gana”. De este modo, para llegar a querer una buena compañía debió estar ausente aunque fuese por un corto periodo de tiempo. Porque debería saber que, riesgo y seguridad pueden ser compatibles. Al igual que son compatibles tiempo y kilómetros. La conclusión que sacó de todo esto fue que si había algo que diferenciaba a la soledad era, precisamente, la seguridad. Sin embargo, eran esos sentimientos contrapuestos los que le hacían enloquecer. Ahora bien, debió pensar que será lo que tenga que ser, en definitiva, lo que quieran, pero que siempre lo haga con las ganas que esto acontece.

Por último, sería de gran agrado recomendarle una última cosa: recuerde lo que un día dijo y deje de engañarse. Lo verá todo más claro mañana.