-¿Piensas que se puede medir la felicidad?
- La felicidad no es medible, es un sustantivo abstracto.
- ¿Qué es para ti entonces?
- Para mí, la felicidad son pequeños instantes.
- Epicuro consideraba que la felicidad consiste en continuo placer.
- Cielo, reconócelo.
- ¿Reconocer el qué?
- Estás pletórico.
- Soy plenamente feliz.
-¿Cómo estás tan seguro?
-Al fin y al cabo, la felicidad no es sino un estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien y yo, afortunadamente, poseo ese bien.
- ¿Has estado siempre así?
- Nunca lo había sido tanto.
- Digamos que es un grado de felicidad cual.
- Sí. Pero he de confesarte algo…
-Te escucho.
-Mi felicidad se llama como tú.
Que entrada tan bella, Cris! Me gusta mucho tu blog. Me quedo de seguidora!
ResponderEliminarUn beso
Gracias Lili!
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